Un acto tan sencillo como el de entrar en nuestra óptica y comprar unas  lentes de contacto en Conil de la Frontera es ahora posible gracias a muchos años de investigaciones. La primera persona que imaginó la posibilidad de modificar la visión con algo parecido a unas lentes de contacto fue el gran Leonardo da Vinci, pero al igual que ocurrió con tantas otras de sus ideas, quedó olvidada en uno de sus manuscritos.

A lo largo de cuatro siglos también hubo otros que se atrevieron a diseñar lentes parecidas pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando F.A. Müller fabricó una lente de cristal transparente que cubría el globo ocular. El gran problema es que el cristal impedía el paso del oxígeno a la córnea por lo que estas lentes no podían ser utilizadas durante más de una hora al día.

Como especialistas en la venta de lentes de contacto en Conil de la Frontera, sabemos que estaba a punto de terminar la década de los 30 cuando, con la aparición de los materiales plásticos, surgieron las primeras lentes de contacto rígidas. Ya en los 50, el químico checo Otto Wichterle utilizó un tipo de plástico que era capaz de absorber el agua inventando de esta manera las lentillas blandas.

La tolerancia que permitían los nuevos compuestos plásticos fue un dato fundamental para que se popularizara su uso ya que, al adaptarse perfectamente desde el primer momento permitían que quien llevaba puestas lentillas pudiera realizar cualquier actividad, incluso todo tipo de deportes.

Las lentes de contacto han seguido evolucionando e incorporando los últimos avances de la tecnología. En el Centro Óptico Laguna podemos aconsejarte sobre el tipo de lentillas que mejor se adaptan a tus hábitos de vida.